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En el mismo espacio al mismo tiempo

 

En este momento un bebé nace
Dos padres muy alegres en un hospital
Una madre abandonada y violentada sufriendo el parto

En este momento una familia celebra a su hijo
En este momento una familia despide en un velorio al suyo
En este momento una familia está angustiada por su hijo desaparecido

En este momento una pareja disfruta una sexualidad cadente e indebida
Una niña está siendo violada en tanto el malvado goza con furia
Alguien se está masturbando

En este momento alguien reza con gran devoción
Un ateo discute despectivamente que Dios no existe

En este momento alguien goza de una droga o de licor
Alguien sufre desahuciado impedido de disfrutar lo que le resta ...

En este momento alguien sufre hambre y no tiene qué comer
Varios en un taquería ríen mientras comen todos los tacos que su cuerpo soporta

En este momento alguien llora por no encontrar trabajo
Alguien sigue trabajando a deshoras
Alguien está contento por su nuevo empleo
Alguien aborrece su trabajo

En este momento alguien se graduó
Otro dejó de estudiar

Alguien en este momento está pintando
Otra cantando en un fiesta
Otra tocando en un concierto
Alguien están bailando

En este momento alguien está robando
Alguien está ayudando a un desfavorecido

Alguien está asesinando
Alguien está salvando la vida en un hospital o apagando un incendio

En este momento alguien está contribuyendo en la Ciencia
Alguien está difundiendo información falsa

En este momento alguien se está suicidando
Mientras yo pierdo el tiempo escribiendo sandeces...

Todo ocurre al mismo tiempo, en el mismo espacio, en todo el universo, pasado, presente y futuro.

W, 12.02.2025

El universo es como un océano ...


... no soy yo, fueron los cosmólogos los que me hicieron creerlo así. En donde puede haber ballenas de luz del tamaño de cúmulos de galaxias que nadan en las corrientes de ese océano. Así como lombrices y tiburones megagigantes que consumen planetas y sistemas solares. Que se forman remolinitos que son las galaxias, y unos muy peligrosos que se tragan hasta la luz y por eso son "agujeros negros".
Que se extiende el universo como el agua en un recipiente que crece y crece, y toma la forma que lo contiene. Y que así como si metes una pelota o una corona en el agua, los objetos deforman el espacio y lo empujan, y entre más grandes, esas ondas viajan a lo largo del universo que crece y crece en esa tina, afectando planetas, estrellas, galaxias, hasta convertirse en nada.


W, 02.02.2025

El universo en una taza de café


¿QUIÉN NO HA IMAGINADO el universo en una taza de café?
La miras fijamente, te hipnotiza, te atrapa con sus giros y su profundidad.
Un universo oscuro que aloja luz en remolinos y burbujas.
Te pierdes por segundos que puedes relativizar en minutos, imaginando personitas, viajes espaciales, evolución y la vida, desde un cigoto, flores e historias como el intro de Big Bang Theory, pero sin su opening.
Luego se detiene, desaparece, regresas a esa vida adulta llena de responsabilidades y problemas, suspiras y agradeces que haya y exista el café.

W, 25.12.2024

Duro y frágil


Duro y frágil su esencia es
Una ironía gulosa de entremés
Raro quien rehuse degustarlo
O que me lo role de una vez


04.10.2024, W

El amor no es irracional


No es irracional pasar tiempo con tus hijos.
No es irracional cuidar a tus hijos.

No es irracional procurar a tus padres y abuelos.
No es irracional ayudar a tu familia.
No es irracional cuidar a tus mascotas.
No es irracional buscar una buena educación para tus hijos.

No es irracional cuidar tu salud.
No es irracional darte tu tiempo y espacio.
No es irracional convivir con tus amigos.

No es irracional ayudar a los menos afortunados.
No es irracional luchar por tus derechos.
No es irracional defender lo justo.
No es irracional defender al vulnerable.
No es irracional estar cansado y buscar descanso.
No es irracional llorar ante la desgracia.
No es irracional extrañar las buenas personas en tu vida.
No es irracional enojarse ante lo malvado.
No es irracional no tolerar la discriminación y el abuso.
No es irracional detenerse a reflexionar.
No es irracional meterse en problemas por la verdad.
No es irracional dar la vida por quien amas.

Irracional es todo lo contrario.

El amor es más que un sentimiento, es la decisión de no ser irracional y buscar el bien conmigo y los demás.

Alguien que espera no ser irracional, W.
09.02.2025

AMIGUE, OJALÁ

 

Ojalá pudieras comer todos los días

Ojalá tuvieras con quien comer

Ojalá tuvieras con quien llorar

Ojalá alguien pueda llorar contigo

Ojalá tuvieras quien te escuche

Ojalá sepas escuchar

Ojalá puedas descansar

Ojalá puedas ayudar a otros a reposar

Ojalá puedas disfrutar seguido a tu familia

Ojalá tu familia pueda contar contigo

Ojalá pudieras ir al cine y disfrutar

Ojalá pudieras salir sin miedo a la calle

Ojalá tuvieras un buen empleo

Ojalá no te prejuzgaran

Ojalá no prejuzgues a nadie

Ojalá nadie te discrimine

Ojalá no discrimines a nadie

Ojalá puedas tener una buena mascota

Ojalá nadie abandonara perros ni gatos

Ojalá tus papás y tu familia te amen y protejan

Ojalá ames y protejas a tu familia

Ojalá lograras ser feliz

Ojalá ayudes a ser felices a los demás

Ojalá tengas buena salud siempre

Ojalá ayudes a que los demás no enfermen o se recuperen pronto

Ojalá no estés solo

Ojalá no dejes solos a quienes te necesitan

Ojalá te dejen ser lo que quieres ser

Ojalá ayudes a los demás a ser lo quieren anhelan

“Ojalá” significa “Si Dios quisiera”, pero depende más de que aún puedas y tú quieras.

 

W, 16.09.2024

 

 

Cantantes del amor

W, 01.2021, Mx


Hemos oído cientos de veces que musicantes promocionados por la tv abierta como Televisa o Tv Azteca, dicen que "le cantan al amor", escriben y tocan para el amor y sus matices en una relación de pareja anhelada, consumada, traicionada o imposible. Y esto evocó con estruendo al fallecer el músico Armando Manzanero, quien es por antonomasia una efigie de la connotada música romántica, un músico del amor, y ya que sincrónicamente en las redes sociales se hablaba también del rock latinoamericano, me surgió la pregunta, ¿entonces a quién le cantaba Rockdrigo?

Sabemos que Rockdrigo y su música son rock originalmente mexicano y forman parte de un movimiento cultural de revolución, como lo es el rock & roll auténtico, describiendo la realidad de la sociedad que vivió y esperanzado en la burlesca "justicia social" de los derechistas y políticos corruptos. Pero, ¿no es eso amor? 

Dos músicos mexicanos cantautores de instrumentos diferentes como sus objetivos artísticos. El maestro Manzanero dedicaba el común de sus canciones al romance y a la mujer, que muchos cantantes comerciales interpretaron muy atractivamente de tal manera que conquistar a una mujer y acostarse con ella, es un cliché con esas rolas. Por otro lado el maestro Rockdrigo también le tocó al romance, pero como buen rockero sus letras eran introspectivas, de conciencia, de impresión urbana, de la incertidumbre coyuntural personal y social. Pregunto nuevamente, ¿qué eso no es amor? ¿Amor propio y por su prójimo? 

No, el maestro Manzanero no le cantaba al amor, le cantaba al cortejo prenupcial, que no está mal, pero ni él, ni sus intérpretes, ni los musicantes le cantan al amor, le cantan al romance. Rockdrigo es amor, él sí es amor, sus letras lo expresan, porque no te hace buscar y amar a una sola persona, a una mujer, sino así mismo y a todos, especialmente los jodidos. 

Bebamos en su honor, y de preferencia con una mujer. Salud y amor. 





Gracias objetivas, amigos


Dijo Carl Sagan: "a veces pienso que hay vida en otros planetas, y a veces creo que no. En cualquiera de los casos la conclusión es asombrosa".

Esta objetividad patenta, al menos para mi subjetiva postura, la imparcialidad de un genuino hombre de ciencia. A diferencia de otros que se inclinan en los extremos por extraordinario que parezca, es de lo más ordinario: ante un firmamento inmenso, numinoso, infinito, misterioso, solo queda rendirse ante su Creador, y otorgarle gratitud y devoción por el regalo inmerecido de nuestra creación. Por el otro polo, está quien no ve nada, solo cuerpos, gases, radiación, energía, relatividad general, en donde somos más fugases que un meteorito, que un cometa, ni "Polvo en el viento", nuestra existencia ínfima y efímera en un planeta insignificante en comparación con el universo, no deja espacio para nuestras creencias, para [un] Dios; somos nada como nuestros pensamientos, solo parte de la diabólica y maquiavélica  Primera Ley de la Termodinámica.

No persigo una ideología en particular, la guía solo es el bien común, y en ocasiones es difícil saberlo, saber cuál es el bien, al fin y al cabo "el hombre es bueno hasta donde la sociedad se lo permite". En un muy criticado espíritu ecléctico y como adulto que ha exprimido la vida con un extractor rudimentario, fue decidir no refugiarme en los extremos éticos, no por ser mediocre, o tibio, como errónea o sofísticamente pensaría un fanático o un calumniador, pues hemos observado que ser extremista solo causa terror. Coincidiendo con los grandes maestros Aristóteles y el Buda Gautama en esta mediana postura moral, filosófica y política.

Los Anticristos


Hijo de dios.

En aquellos días cuando la magia abundaba sobre nuestras tierras, el dios creador y formador del universo lloró eternamente por el sacrificio que hizo de su único hijo para salvar a todos los hombres.

Por interminables días no paraba de llover como señal de la tristeza de nuestro dios; los ríos desbordaban inundando las comarcas, los establos, los sembradíos; las plantas como muchos animales se ahogaron, los pájaros dejaron de cantar y abrieron sus alas para proteger a sus pichones. Las madres dejaron de parir, los campesinos dejaron de sembrar, los niños dejaron de jugar. El señor dios del universo quería ver en nuestros rostros la melancolía que él sentía, no quería destruirnos, pero tampoco quería que olvidáramos el sacrificio que hizo por nosotros. Solo los cazadores salían a buscar el fuego originado por los rayos que quemaban las copas de los árboles, y los pocos animales que se dejaban ver. Con el riesgo de no ser presa de un jaguar, un puma o un lobo, o un infame alud. 

No había dios o ser que consolara infinito pesar. Quién sacrificaría su hijo, su único hijo. Quién sería capaz de tan cruel decisión. Quién tendría el valor de verlo morir, de verlo agonizar, de verlo gritar mientras se quema en las llamas sagradas del Cielo. Podrían pensar que fue una locura, que solo alguien sin corazón o con escasa cordura puede siquiera pensar en la muerte de un hijo, mucho menos matarlo él mismo. Pero así fue, era necesario que él muriera para que la creación no se perdiera, y el amor con que se hizo valiera el esfuerzo de los dioses.

Eusoj Leunamme fue el único hijo engendrado por el dios creador y formador del universo. Los hermanos del creador, hijos del destino, se alegraron y cantaron en su nacimiento; aún se conservan relatos muy antiguos que dicen que los cielos brillaban de una luz fascinante como si no hubiera noche, se oían cantos y júbilo en todas las regiones del universo. Las plantas y los animales reían y bailaban, mientras los demonios se ocultaban. Todo parecía perfecto, el paraíso prometido, en donde los leones y las gacelas comían del mismo arbusto, en donde el tiburón nadaba junto al delfín, en donde no había oscuridad, ni muerte, pero...

La leyenda del coyote humano

Cuentan los viejos coyotes que hace muchas lunas y mucho antes de los pueblos humanos, los coyotes dominábamos toda la sierra, ni los lobos ni los pumas se atrevían a cazar sin temor de perder su presa con los temerarios y feroces coyotes de aquellos tiempos y sus poderosas manadas.

Cuando los humanos empezaron a llegar, el rumor se corrió por todos los montes, se contaba que eran más rapaces, más que cualquier hermano de la manada. Eran tan despiadados y hábiles que era imposible ganarles la comida. Los lobos y los pumas aprovecharon para asediar las sierras mientras peleábamos contra los humanos por sobrevivir. Lo que no contaban era que sin temor alguno de la Diosa, empezaron a cazarnos a todos, a nosotros, a los grandes leones y tigres, a los imponentes mamuts, a los lobos, a los pumas, a los linces, y en señal de superioridad usaban nuestras pieles y nuestras cabezas sobre su cuerpo.

Los leones, los tigres y los mamuts fueron exterminados, lobos fueron domesticados, los demás comenzamos a dispersamos para sobrevivir y no nos pudieran esclavizar, pero traían con ellos una maldad que nunca imaginamos, una maldición que ensombreció toda la sierra.

El Infierno... de W


Después de navegar por el Cielo, empalagado de sus ricos paisajes, vecindarios y mansiones. De oír ese perfecto jazz irrepetible e inesperado en los decibeles exactos que alegran cada rincón del paraíso. De correr con todos los perros callejeros; de ver y disfrutar a mi familia. De comer la mejor pizza y las mejores enchiladas y no engordar… era inevitable preguntar por el infierno.

Con el disgusto de Miroslava, mi ángel guardián, me llevó a conocerlo y no estaba tan lejos del Cielo, bueno, no si conoces el camino. Y no, no hay fuego eterno, ni triángulos ni cuadrados; aunque sí hay un calabozo infinito muy oscuro en donde vagan las almas inconscientes de las personas de maldad genuina, que alimentan a los voraces demonios.      

La arquitectura es más barroca y gótica, enormes castillos y fortalezas que intentan intimidar la infraestructura celestial, pero para quien sabe, sabe…
 
Satanás el Diablo es todo un adonis, sabiondo y soberbio. El emancipado de Dios, cuya rebelión fue derivada de la creación del hombre, insistiendo en su sinsentido, ante una especie cruel, traicionera, indecisa e indócil; tanto, que es mejor tener un perro.

Ese desacuerdo, esa obsesión por la perfección y el excesivo amor a su Padre, lo llevaron a la rebelión en contra del Cielo. Busca tentar, humillar, retar y consumir al hombre, su odio irracional es lo que creo vitaliza a la Creación.

Ama enfermizamente al Señor, y sabe que es impensable luchar contra Él, es Dios, punto. Pero no le quita la idea de eliminar “la imperfección” del Padre: la humanidad.

El Cielo... de W


Morí. Siempre, o más bien desde muy chico tuve un nombre en mente: Miroslava. Tiempo después lo relacioné supersticiosamente con mi “ángel guardián”, algo que resultó cierto ahora que fallecí. Tampoco creía que hubiera algo después de morir, a pesar de no ser materialista o cientifista; fui pragmático con el universo, compleja termodinámica: transformación de energía, entropía y evolución, todo dentro de un Todo, que identificaba herméticamente con “Dios”. Naces, creces, mueres,… solo transformación de energía por la cual creemos en el equilibrio del universo.

       Miroslava me ha guiado y mostrado, que aunque es así, ese remanente es toda una dimensión que religiosamente llaman “espiritual”. Ella es una niña, una hermosa niña que cada que la veo me dan ganas de llorar, pues veo en ella esa hija que nunca tuve. No puedo decirle que “no”, estoy sugestionado por lo que para mí representa: consentirla, mimarla, apapacharla, hacerla reír, es mi niña, mi princesa… pero no deja de ser mi ángel, ese mítico personaje que no concebí. 

      Me tomó de la mano y de inmediato me dejé llevar, cual inercia newtoniana solo una fuerza externa podía perturbar mi relación con ella. Me mostró lo que dejé: las personas y sus pensamientos, las instituciones y sus corrupciones, la naturaleza y la Historia. Salimos de la Tierra, nos fuimos alejando de ella, alejándonos del universo hacia un infinito dentro de sí mismo.

      Sí, ¡aaassshhh! Llegamos al Cielo, azul y blanco, nubesitas, clima cálido, sin principio ni fin, isotrópico; abundantes y fastuosos jardines, edificios cual estilo griego antiguo: dóricos, jónicos, corintios,… y de arquitectura contemporánea… sabe, no sé, creo que nos gusta a todos.

        Los ángeles son muy diversos, depende de la visión que cada uno tiene de ellos y de la función que cumplen, así como Miroslava, había niñas, niños, jóvenes, viejos, perros, gatos, águilas, serpientes, elefantes, dinosaurios, guerreros, filósofos, árboles, hadas, monstruos, y cosas que parecen centellas.

       Vi a mi familia y mis mascotas, los veo como quiero verlos, con la mejor imagen que uno se queda de ellos. Ellos lo ven igual conmigo, y no sé cómo demonios sea, me intriga.

Nuevo, gratitud a un amigo.



Con frecuencia al ver a mis perros, recuerdo exactamente el momento en que los vi por primera vez, cuando nos conocimos, como un fotograma imborrable en mis recuerdos que evoca la extraña y plañidera pregunta de por qué él, por qué ellos, y no otros cientos que he visto en la calle clamando ayuda. Aún no logro responder por qué. Solo me remito al hecho de que son ellos los que lograron esa conexión extraña como ocurre en las películas.

Al escribir esto es imposible no llorar, pues así cuando los vi aquella ocasión, en la que se forma ese nudo en la garganta ante la indecisión de socorrerlo o no, y de pronto, en un instante ya está contigo. Comienzas a examinarlo, ver qué le falta, qué le sobra, pensando en quién puede apoyarte en caso grave, pues te ves solo, y peor, sin dinero. Con ese prejuicio impuesto sobre todos los médicos, en este caso veterinarios, que te hablan y hablan y te imaginas un recibo de supermercado lleno de cosas por pagar, como si uno llevara un costal lleno de dinero; y crees que te hacen sentir que debes hasta hipotecar tu casa con tal de procurar la salud de quien amas.

No puedo describir ese celuloide cuando conocí a Nuevo, así pseudobauticé a este amigo, no suelo esforzarme como la mayoría de personas en buscar un nombre rebuscado, y me da un tanto de risa al valorar que al fin sí tengo algo de simpleza ante la millonaria complejidad de ideas que deambulan en mi conciencia.

No le puse  “Nuevo” porque sí, y que la ironía de su condición pareciera una chascarrillo; fue la inercia la que terminó identificándolo de esa forma, pues al referirme al él como “el nuevo”, por su adjetivo de ser el más reciente miembro de mi familia, me llevó a nombrarlo de esa forma hasta que todos nos acostumbramos sin querer.

Iba cruzando el bulevar después de visitar a mi mamá, para tomar el camión hacia mi casa, cuando en cámara lenta lo vi pasar frente a mí en la banqueta. Por su tamaño creí que estaba muy joven, casi cachorro, resultando después de revisarlo y conocerlo mejor, ser el más viejo de la familia, de allí la ironía de su estado con su nombre.

Iba manqueando ligeramente, sí apoyaba todas sus patas, pero se notaba que le lastimaba una de las delanteras. Agachado, sin rumbo, como pensando en miles de cosas sin poderse concentrar en alguna, confundido. Lo primero que pensé es que no sobreviviría esa noche por su tamaño, confusión y lo lastimado que se veía. Sin pensarlo fui tras él, dejando atrás todos los obstáculos mentales de, más comida, menos espacio, veterinarios, vecinos quejosos,… en fin, toda la responsabilidad y sacrificio que implica.

Huía, no se dejaba agarrar, una señora joven y creo su hija me ayudaron por una cuadra, lo sitiamos, se medio enojó pero no le temo tanto a las mordidas. Tuvo que ceder.

Fui a pedirle misericordia a mi mamá por esa noche mientras acondicionaba mi casa. Lo bañé dos veces, estaba muy sucio lleno de grasa de carro, con una hernia inguinal, que después el veterinario con quien lo llevé me dijo que muy probablemente lo habían atropellado, y era la causa de la grasa y la hernia. Me confirmó que ya era viejo al ver su dentadura. La hernia no era mortal según me dijo, y podía vivir con ella, no es que no quisiera que lo haya operado, pero repito, no traigo el costal lleno de billetes de quinientos.

Me percaté por su corte de pelo que quizá se les perdió, al menos es lo que quise imaginar, pues estaba muy recortado y con cierto estilo, que jamás pude reproducir con mis tijeras.

Lo acostumbre a mí, pues se notaba una conducta nada qué ver con las libertades que se permitían los míos. Hizo buena pareja con el más grande y aparentemente más peligroso de mis perros. Era el único que lo respetaba, todos los demás en ocasiones se querían pasar de listos, pero no lo permitía.

Jeee, solía recibirme ladrando, parándose en sus patas traseras, y mostrándome sus dientes feos, su forma creo de sonreír. Imposible no corresponderle. Gracias hermano.

No discuto con esas mamás que me rechazan la comparación con un hijo y las responsabilidades que conlleva, no vale la pena, pero por ellos, ya me obligo a trabajar, a tener una casa acorde a ellos, sus costales de croquetas, a darles tiempo de jugar, a tener que llegar a casa, a no enfiestarme, a desvelarme cuando están enfermos, a consolarlos cuando algo los estresó, a dejarlos dormir en mi cama cuando los truenos de una tormenta o la pirotecnia de fiesta de templo, o de día de independencia los asusta, a conseguir recursos cuando tengo que mudarme o se enferman y no sé con qué ni cómo. A batallar con los vecinos por los ladridos, a resignarme después de ver mis cosas, mi casa toda destruida, mis muebles, mis puertas, mis macetas, mis camisas, mis cobijas, mis zapatos, mis trastes… ¡mis sagrados libros! A pensar qué haré cuando me vaya y ellos se queden solos, ¿con quién? Eso me destroza, es cuando recuerdo a Bart Simpson diciendo que es antinatural que un niño muera después de sus mascotas. Sin ofender, ya hasta me siento como madre soltera, si no me aceptan con mis niños, ¡a chingar a su madre! En verdad me preocupa más su situación, que buscar una relación sentimental. No dije sexo, aclarando. Quizá exagere, y no me siento obsesionado, pues si fuera así, tendría muchos más o hasta tendría mi asociación properros. Sin contar que también ya tengo gatos.

Tres años después, después de tres semanas que ha empeorado, que ha dejado de comer, que ha adelgazado alarmantemente, que no funcionaron los antibióticos, que ya no me ladra… y que el veterinario me dice que posiblemente sea falla renal y comienzo a imaginar esa lista enorme de supermercado, y sin casa qué hipotecar, y con el pinche chantaje que conlleva de hacer todo por ellos…

Te amo hermano, un chingo, a pesar de que la situación laboral, económica, familiar y hasta nacional sea hostil, y de las ocasiones que me han hecho enojar y les meto sus chingadazos, dormiré contigo hasta el final de tus días.

Bishmilá, salam alaikum, W.



Un desafortunado cuento de Navidad



Otra víspera de Navidad, y Pablo concluía un jueves más de labores en la oficina. Como de costumbre termina agotado mental y físicamente, con ganas de llegar de inmediato a casa, tirarse en el sofá o en la cama, sin estrépitos, sin quejas, solo dejarse caer mientras enciende el televisor, solo para oírlo, no verlo, entre tanto dormita para recuperar un poco de energía y levantarse a cenar y continuar con sus pendientes hogareños de semana. 

En las calles se vive el frío de finales de otoño y principios de invierno, alumbradas por las series de foquitos en las casas, el olor acostumbrado de leña y tamales que venden en las esquinas de mini supermercados, aunque es cotidiano en la ciudad, la época y el clima permiten que se conserve y contraste el olor. Además de la desesperación social por hacer compras, acompañadas por las habituales fotografías con Santa Claus o los Reyes Magos. 

Amigos y familia como cada año desde que se hizo independiente, invitan a Pablo a las festividades, a pesar que desde antes, y más ahora con ese empleo, disiente de todas y cada una de ellas. El empleo le quita las ganas de festejos y jolgorio, no es que no quiera, pero en verdad, les dice, solo quiere reposar y disfrutar un buen fin de semana, dormir y dormir, levantarse tarde, muy tarde, sin preocupaciones, sin fandango, sin quehacer, solo disfrutar el silencio, su casa, la comida, series de televisión y películas. Sin embargo, aunque varios de ellos empaticen con él, no dejan de advertir que también se hizo más renuente a las celebraciones religiosas, gesticula con desdén cada que se le menciona o invita a las fiestas navideñas. De forma corta y contundente, sin querer avivar discusiones de oquis, solo responde que eso no está bien, y hay que ser coherentes. Ellos solo reparan en achacarle su actitud huraña sin atender las justificantes, etiquetándolo como amargado, y hasta excluyéndolo de varias reuniones sociales. 

Él se sentía impotente, pues no quería alejarse de sus amigos, de su familia, quería estar con ellos, pero a la vez quería ser coherente con su sentir, y con su reposo laboral. Lo que más le sorprendía es que no lo tomaban en serio, por más que diera series ordenadas de razones, es como si hubieran tenido dislexia y transformaran sus palabras. Una amiga le reclamó con despecho su apatía por convivir en Navidad, aun sabiendo que no es creyente, aseverándole que no se necesita ser devoto para asistir a la cena navideña. Si bien, dice, no es requisito creer para convivir, también es impensable invitar en la Noche Buena a un judío ortodoxo, o un musulmán sunnita. Así como es de Perogrullo el sentido de no invitarlos, así por analogía con él. Con todo y todo, sus juicios ante su amiga eran necedades, y ante ellas, oídos sordos. Al final, pese a todo, era el agrio, el malo y antipático. 

Lo que ellos no esperaban, mucho menos él, fue el milagro que le ocurrió tres noches antes de Noche Buena: llegando a su casa después de su trabajo, ya entrada la noche y con la cotidiana pesadumbre que siempre quiere disipar en su sofá, mientras ve la tv, toma un café, y un cigarrillo; lavó algunos trastes, preparó su comida del día siguiente, la guardó en el refrigerador, y se fue a la cama con gran suspiro por dormir. De repente un estruendo lo despertó, viendo cómo en la oscuridad de su cuarto una luz se formaba en una de las esquinas de en frente. La taquicardia y el temor lo invadieron, mientras observaba atónito cómo se manifestaba una persona senil, con largas vestiduras blancas de lino, grandes barbas, y calvo. Esa imagen pintoresca cual griego de cuadro al óleo, le dio confianza que lo serenaba y le marcaba una sonrisa. Quiso ser prudente esperando que el visitante hablara, y así fue con voz de trueno: 

 soy el espíritu de las navidades pasadas, he venido a mostrarte lo que fue y que parece ya olvidaste. 
Pero Pablo sin pretender arruinar el momento y con su conocida sinceridad corrigió: 
 pero sí recuerdo todo. Tengo muy buena memoria, recuerdo muy bien mi infancia, con detalles que casi nadie que conozco, y mis papás lo saben muy bien. 
El anciano reprendió: 
 Has olvidado el milagro de la Navidad, el milagro del nacimiento del hijo de Dios en el corazón de los hombres. 
 (Sin faltar la mueca, reparó) Mmmm si bien este hecho parece un argumento rotundo en contra de mis conclusiones, y que me doy cuenta no es un sueño, creo, ¿no es un sueño verdad?, Pues sería la primera vez que me ocurre algo tan vívido de innegable realidad, no puedo consentir tan fácil la antítesis que desmorona mi convicción. (Susurró) A veces me sorprende mi poética forma de hablar. Si entonces el problema no son mis recuerdos de facto, lo es la fe y la teología o mitología que supuestamente les dieron razón de ser. 
 (Increpó con desdén el viejo) ¡El hijo de Dios no es mitología! Y con o sin Navidad, es incuestionable el recuerdo que legó en los hombres. 
 (Asintió) Cierto, la Navidad no es factor indispensable en la creencia cristiana. Cierto, es incuestionable el legado de la historia o memoria de Jesús, pero, mmm … … … entonces, tampoco el problema es la fiesta de la Navidad como milagro cada año, ni el milagro del nacimiento, sino su legado. 
 (Algo furioso el anciano interrumpió) ¡Si no hubiera nacido no habría habido legado! 
 (Pablo se acomodó en la cama, sentándose, meditando unos segundos) No pretendo molestarte, no es mi intención, perdóname, me siento honrado y... 

Cuento completo en: 


W

El fantasma de la Villa de León


Como de costumbre ante la vida cotidiana, cuando estás comiendo por la tarde en un restaurante, disfrutando un buen platillo, al gusto y en ese momento sin ocupaciones alarmantes; o mientras juegas beis bol, fútbol, voleibol u otro deporte, cansado, sudado, emocionado, enojado. O quizá paseando por el parque comiendo una nieve a lado de buena compañía; o mejor aún enfadado por diferencias políticas, marchando o quejándote, peleando contra seguridad pública, en contra del status quo y sus gobernantes; o mejor todavía, copulando de forma desenfrenada y deliciosa… ¿quién piensa en la realidad del mal? ¿Quién piensa que un demonio esta poseyendo y destruyendo a una persona, a su familia en ese momento? ¿En un poltergeis que hace trizas a una casa y la familia que la habita? Así ocurrió en la Villa León, y nadie lo notó… 

Todo normal, los niños iban y venían de la escuela como de costumbre. Época de calor, con paletas de hielo en la mano, con tareas que estresaban a la madre mientras sus vástagos le preguntaban, ya sea matemáticas, comunicación, o alguna ciencia. Quejas, ocupaciones, preocupaciones constantes: lavar uniformes, comprar útiles escolares, libros, levantarse temprano, preparar desayunos, almuerzos. Imposible divisar anomalías sobrenaturales inmediatas. El mal no avisa, o quizá sí, pero en las ocupaciones diarias, estamos más absortos por comer, que por la espiritualidad que sostiene nuestras almas. 

Eran dos hermanos, una niña de diez años, el niño de siete. La niña comenzó a tener pesadillas que la despertaban por la noche. Al principio no eran tan frecuentes, pues la familia lo tomó con mucha normalidad, de hecho al inicio la consolaban, después les molestaba, del tal forma que la regañaban. Pero no le dieron la importancia como para llevarla al psicólogo, al párroco, o a la hierbera de la colonia. Ella soñaba con una mujer de pomposas vestiduras blancas, cabello largo enmarañado, y una cara demacrada. Siempre queriéndola atrapar, asechándola como felino a su presa. Ojos penetrantes y larga lengua, solo murmullaba al intentar cazarla. 

Semanas pasaron y la niña ya no podía dormir por el pavor. Obviamente eso lo notó de inmediato su profesora en la escuela, al verla cabizbaja, pálida, somnolienta; timorata, distraída, ya no presentaba las tareas. Pero igual, pensaba en muchas cosas, menos en una presencia infernal. Maltrato familiar, problemas económicos, incluso abuso sexual; eran pensamientos naturales en la reflexión de la docente. Ella quería sacarle plática a la niña, pero no lograba ni un sonido gutural. Fue hasta que conversó con la mamá que consideraron precisamente terrores 
nocturnos, el problema era saber qué los originaba, por lo cual les solicitó presentarse con la psicóloga de la escuela. 

Para ese entonces la niña ya no solo la veía en sueños, ya se le presentaba bajo la cama, en el baño, en la cocina, en el patio. La niña solo corría aterrorizada a esconderse en el primer refugio que encontraba. Ante la inquietud de la maestra, el empeoramiento del terror, y que su hermano también ya advertía aquella presencia, era inexorable tomar medidas. Sus abuelos comenzaron a rezarle con la recomendación de la hierbera. Pero eso parecía que empeoró las cosas, pues en la casa comenzaron manifestaciones extrañas que delataban por fin que algo sí le ocurría a su nieta, y definitivamente no era normal. Se movían y caían las cosas, sonidos estridentes, murieron sus aves, y los perros de la cuadra no dejaban de aullar. 

La niña empeoró su imagen y comportamiento, ya era violenta, respondía con estruendo, reto, y burla. La tuvieron que encerrar en su cuarto. Alarmados ya ante insostenible realidad, buscaron la ayuda del clérigo, el cual no tomó como ellos esperaban la solicitud, algo escéptico y burocrático, quedando en ir al día siguiente a evaluar la situación. Y mientras tanto, el ambiente de la casa era demasiado hostil, lúgubre, oscuro, denso, olor fétido, se sentía aquella presencia en todas partes y en ninguna. La temperatura era gélida, y la niña no dejaba de espantar… 

CUENTO COMPLETO EN:

W

ESCRITOS DEL FER (TIMBIS)

Como no tengo foto, es lo más parecido, jajajaja.

Ruégale a Rosario (apología)


Cerraré las puertas del cielo
para que solo puedas entrar tú
heredera del dorado maíz,
aparecerás en astillas de dulce forma
como la canela roja, y el santo carbinol.


Si nos dignas con tu resplandor en la tierra, nacerás en torrenciales lluvias de menta.

Ya bajaste, ahora te adoramos y todos te quieren tomar de tu fuego azul y tu luminiscencia. Tu iris nos ha maravillado a todos, es como si en verdad estuviésemos vivos, y viajáramos de vapor en vapor y de sal al océano y en secreto.

El todo ya cayó, y te has quedado dormida, soñando en no sé qué, podría ser que pienses en soñar y no lo consigues, solo te enmarañes en la flores y en las raíces, ojalá tu sueño no te toque y te cause dolor, como la vez que intentaste parar al mismo movimiento y tocar los manantiales rosas, y la vida de los arrepentidos, ya no digamos más, tan solo déjanos seguirte contemplando, y cuando pienses en partir hacia las otras tierras, o se aventuren a venir por ti las ninfas que son tus hijas, que guardan los corales y las esponjosas nubes, ¡ojalá! No partas con ellas.

No quiero abrir de nueva cuenta el portal celeste, solo me traerá amarguras incomprensibles, para los incomprensibles radicales, que viven en la estela de la luz.

Ya llegaron tus hijas, se atrevieron, desaparece pues, déjame aquí triste, que me embriagaré con la sal del mar y comeré vapor, a ver si después de algún tiempo logre cristalizarme en mi misma sal.