¿CRISTO SATANÁS?
Tenía como ocho o diez años. Entré a la casa en la que antes vivía, aunque su aspecto interior era completamente distinto, pues estaba muy larga y en general el piso era de tierra. Mi mamá estaba viendo la tele y de reojo vi que era una película sobre Jesucristo, pues lo miré al él con muchas ovejas a su alrededor; pero no me llamó la atención y mejor fui a buscar un poco de comida. En ese instante mi mamá apagó la tele y fue a la cocina a prepararse algo también. Como si nada se me quitó el apetito y algo me llevó a encender nuevamente el televisor; al encenderlo miré la escena que ya había visto, eso me provocó una flojera extrema, así que la apagué, me paré y me fui… pero, unos cuantos pasos, se encendió el televisor, volteé y estaba otra vez esa imagen. De pronto hubo un zoom de Jesús, el cual comenzó a salir de la tele (como el policía malo de Terminator II)… obviamente me asusté. Al terminar de salir ya no era Jesús, tenía forma horrenda, ¡era el Diablo! Bueno, eso digo porque tenía la forma que tanto se presume. Lógicamente corrí espantado, iba gritando — ¡mamá, mamá! — aquél comenzó a perseguirme y mamá como si nada, cuando vi que era inevitable, mejor desperté.
W
Tenía como ocho o diez años. Entré a la casa en la que antes vivía, aunque su aspecto interior era completamente distinto, pues estaba muy larga y en general el piso era de tierra. Mi mamá estaba viendo la tele y de reojo vi que era una película sobre Jesucristo, pues lo miré al él con muchas ovejas a su alrededor; pero no me llamó la atención y mejor fui a buscar un poco de comida. En ese instante mi mamá apagó la tele y fue a la cocina a prepararse algo también. Como si nada se me quitó el apetito y algo me llevó a encender nuevamente el televisor; al encenderlo miré la escena que ya había visto, eso me provocó una flojera extrema, así que la apagué, me paré y me fui… pero, unos cuantos pasos, se encendió el televisor, volteé y estaba otra vez esa imagen. De pronto hubo un zoom de Jesús, el cual comenzó a salir de la tele (como el policía malo de Terminator II)… obviamente me asusté. Al terminar de salir ya no era Jesús, tenía forma horrenda, ¡era el Diablo! Bueno, eso digo porque tenía la forma que tanto se presume. Lógicamente corrí espantado, iba gritando — ¡mamá, mamá! — aquél comenzó a perseguirme y mamá como si nada, cuando vi que era inevitable, mejor desperté.
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