La cama me ha retenido de nuevo; la cobija letárgica me ha contagiado y la gravedad jupiteriana no me deja estar de pie.
El rumbo de este día son faenas samsáricas y kármicas que confunden mi destino. He llegado.
El momento longevo es monótono y desesperante… pero me distrae. El tiempo del sistema terminó. Ahora no sé cuál vereda elegir, aunque mi lógica impera lucidez. Sin embargo quiero dudar. Elegí lo correcto. El camino levanta muertos vivos y me hace verme muerto también. La murria no podía esperar, y la afección existe en mí.
El momento longevo es monótono y desesperante… pero me distrae. El tiempo del sistema terminó. Ahora no sé cuál vereda elegir, aunque mi lógica impera lucidez. Sin embargo quiero dudar. Elegí lo correcto. El camino levanta muertos vivos y me hace verme muerto también. La murria no podía esperar, y la afección existe en mí.
Estando en mi hogar el cigarrillo y Nirvana vuelven a ser mi puerta, “On a plain” es mi espejismo tangible.
Ahora plasmo la soledad cerebral sobre la página: —Jamala, es lo que puedo escribir, porque no encuentro formalismo con la pluma; claro que me entiendes más de lo que he escrito y lo que te quiero también—.
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